Las lesiones de tendón son un dolor de cabeza común para los dueños de caballos y los profesionales de la equitación por igual. Estas lesiones, que afectan los tejidos fibrosos que unen los músculos a los huesos, pueden ser debilitantes tanto para el caballo como para el dueño. En este artículo, exploraremos por qué las lesiones de tendón son tan frecuentes, cómo pueden prevenirse y por qué rehabilitar tendones puede ser un proceso costoso y complicado.

La frecuencia de las lesiones de tendón en caballos

Las lesiones de tendón son increíblemente comunes en el mundo equino. Los caballos, especialmente aquellos involucrados en actividades deportivas como la equitación y el salto, están constantemente sometidos a un estrés intenso en sus tendones. Estos tejidos están diseñados para ser fuertes y flexibles, pero incluso con el cuidado adecuado, los tendones pueden sufrir daños debido a una variedad de factores, incluyendo el exceso de ejercicio, el terreno irregular y las malas técnicas de entrenamiento.

La importancia de la prevención

Dado lo frecuentes que son las lesiones de tendón, la prevención se convierte en una parte crucial del cuidado del caballo. Los propietarios y entrenadores deben prestar atención a la cantidad de ejercicio que se le da al caballo y asegurarse de que se realice un calentamiento y enfriamiento adecuados antes y después del ejercicio. Además, proporcionar un terreno adecuado para el entrenamiento y el descanso es esencial para reducir el estrés en los tendones.

La técnica adecuada de entrenamiento también es fundamental. Los entrenadores deben ser conscientes de las señales de fatiga en el caballo y ajustar el entrenamiento en consecuencia. Además, los caballos deben ser evaluados regularmente por veterinarios especializados en equinos para detectar posibles problemas antes de que se conviertan en lesiones graves.

Rehabilitación de tendones: un desafío costoso

Cuando un caballo sufre una lesión de tendón, la rehabilitación puede ser un proceso largo y costoso. A diferencia de algunas otras estructuras del cuerpo, los tendones tienen una circulación sanguínea limitada, lo que dificulta su capacidad para sanar completamente. Además, los tendones tienen una tendencia a cicatrizar y formar tejido fibroso, lo que puede afectar negativamente la flexibilidad y la fuerza del tendón rehabilitado si no se hace correctamente esta rehabilitación.

Los tratamientos para las lesiones de tendón pueden incluir terapias físicas, como la fisioterapia y el uso de dispositivos de terapia de frío/calor, así como terapias de ondas de choque y terapias con láser. Además, en algunos casos, se pueden utilizar tratamientos regenerativos, como las terapias con células madre y el plasma rico en plaquetas (PRP), para estimular la curación de los tendones dañados.

Sin embargo, con estos tratamientos no basta, un punto importantísimo es el plan de rehabilitación y el movimiento del caballo. Un plan de rehabilitación a medida, adecuado para cada lesión, acompañando al caballo y evolucionando según el caballo vaya evolucionando (es decir, individualizado) es clave. Si movemos demasiado al caballo es malo pero normalmente lo que ocurre es lo contrario, no lo movemos suficiente y eso es igualmente malo. Además hay que incluir ejercicios como el core y la propiocepción y según vaya mejorando el caballo una puesta en forma general.

En conclusión, las lesiones de tendón son un desafío común y complejo para los dueños de caballos y los profesionales de la equitación. Aunque son prevenibles en muchos casos, cuando ocurren, la rehabilitación puede ser costosa y llevar mucho tiempo. Por lo tanto, la prevención y el cuidado adecuado son clave para mantener a nuestros amigos equinos en buena forma y evitar el quebradero de cabeza que viene con las lesiones de tendón.

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