El rendimiento deportivo y salud de un caballo son el resultado de una combinación de factores que incluyen factores que tienen que ver con su jinete. Cuando el rendimiento del caballo no es adecuado o cuando se presentan patologías o dolores en el animal, es fundamental no pasar por alto el papel del jinete en esta ecuación. Éste no solo es responsable de acompañar y cuidar al caballo, sino que también puede tener una influencia significativa en su desempeño y bienestar general.
La relación entre un caballo y su jinete es esencia. Los jinetes son responsables de mantener una comunicación efectiva con el caballo a través de las riendas, las piernas y la posición de su cuerpo cuando va montado. Cuando el jinete no tiene un buen control sobre estas herramientas, el caballo puede sentirse confundido o incómodo, lo que puede llevar a problemas de rendimiento. Por lo tanto, es crucial que los jinetes reciban una formación adecuada y constante para mejorar su técnica y habilidades de equitación.
Además de la técnica ya sea al montar o al trabajar pie a tierra, el estado físico del jinete también desempeña un papel vital en el caballo. La equitación es una actividad físicamente exigente que requiere fuerza, resistencia y coordinación. Un jinete en mala forma física puede tener dificultades para mantener una posición adecuada en la silla de montar, lo que puede producir, no solo menos rendimiento, también dolores y problemas en el caballo. No me voy a meter a hablar del plan de ejercicio del jinete porque no soy ninguna experta al respecto, pero es algo que afecta mucho a mi trabajo a la hora de mejorar la forma física de los caballos.
No solo la forma física
El estrés, la ansiedad o la falta de confianza por parte del jinete pueden transmitirse al caballo a través de la tensión en las riendas o el cuerpo del jinete, lo que puede producir problemas en el caballo. Todos hemos visto caballos en tensión por tensión del jinete y esto de forma crónica o repetitiva puede acarrear contracturas o dolores en el caballo.
En resumen, la forma física de un caballo no depende únicamente de la salud y la condición física del animal per se, sino que también está influenciado por la habilidad, la forma física y la actitud del jinete. Los jinetes tienen la responsabilidad de mantenerse en forma, mejorar sus habilidades de equitación y cuidar tanto de la salud física como mental de sus caballos. Cuando se trata de la equitación, la colaboración entre el jinete y el caballo es esencial para lograr el una buena forma física y el bienestar de ambos.