Superar una cirugía de cólico es una victoria. Pero para el caballo, no significa que todo haya vuelto a la normalidad. Su sistema digestivo, su musculatura, su equilibrio postural y su estado emocional han pasado por un proceso extremo. Y aunque la cicatriz externa pueda parecer cerrada, la recuperación interna —física y funcional— apenas ha comenzado.

En EquiTrainVet creemos que la rehabilitación no es un lujo ni un complemento: es una necesidad clínica para proteger la salud a largo plazo del caballo.

Más allá de la cicatriz: lo que el cuerpo arrastra tras un cólico quirúrgico

Un caballo operado de cólico ha atravesado varias situaciones con impacto profundo en su biomecánica y sistema locomotor:

  • Inmovilidad prolongada y pérdida de tono muscular, especialmente en abdomen y dorso
  • Dolor abdominal que condiciona su postura y su patrón de movimiento
  • Cambios en la coordinación y la propiocepción
  • Posible alteración en el patrón respiratorio, que se vincula con el core
  • Estrés físico y emocional que repercute en la forma de moverse y relacionarse

Y lo más importante: el caballo no siempre puede expresar estas alteraciones de forma evidente. Por eso, es fundamental observar con detalle y planificar la vuelta al movimiento con criterio.

Movimiento temprano, pero terapéutico

Uno de los errores más comunes tras una cirugía es suponer que el reposo absoluto garantiza la recuperación. Sin embargo, el movimiento controlado es clave para evitar adherencias, mantener la función intestinal y recuperar la biomecánica.

Esto no significa poner al caballo en el caminador o dejarlo suelto en un paddock desde el principio, sino introducir estímulos progresivos, suaves y dirigidos:

  • paseos a mano
  • cambios de ritmo al paso
  • superficies variadas
  • curvas abiertas

Todo adaptado al estado clínico, al tipo de cirugía, y al individuo.

Reeducar el cuerpo desde el respeto

Una parte esencial del proceso es la recuperación funcional del core y del dorso, que suelen estar debilitados o inhibidos tras la cirugía. La musculatura abdominal, que actúa como estabilizadora de la columna y sostén del sistema digestivo, necesita reactivarse de forma específica. Y lo mismo ocurre con los músculos del dorso, que pueden estar tensos, asimétricos o con puntos de dolor.

Aquí el ejercicio terapéutico, las técnicas manuales, la propiocepción y el trabajo con bandas pueden jugar un papel clave. No se trata de “entrenar”, sino de reeducar el movimiento para que el caballo recupere confianza y funcionalidad.

Cada caballo, un plan distinto

No hay dos cólicos iguales, ni dos rehabilitaciones iguales. La edad del caballo, su estado previo, el tipo de intervención, la gestión postoperatoria y su temperamento son factores que condicionan el proceso.

Por eso, no trabajamos con protocolos fijos. Evaluamos de forma individual a cada paciente y diseñamos una progresión adaptada a sus necesidades clínicas, emocionales y deportivas. Siempre con respeto, sin prisas, y con el objetivo de devolverle no solo el rendimiento, sino la salud y el bienestar

Rehabilitar es prevenir

Un caballo que ha pasado por una cirugía abdominal siempre tendrá un mayor riesgo de recaídas si no se acompaña su recuperación con criterio. Rehabilitar no es alargar el proceso: es darle las herramientas para sostenerse bien, moverse mejor y vivir sin dolor.

En EquiTrainVet estamos convencidas de que el movimiento es medicina, siempre que se dosifique bien y se aplique con conocimiento. Y después de un cólico, es la medicina que más puede marcar la diferencia.

¿Tu caballo ha sido operado de cólico recientemente? Escríbenos y cuéntanos su caso.
Juntos podemos diseñar un plan de rehabilitación que lo ayude a volver a sentirse él mismo.

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