“Yo no suelto a mi caballo para que no se haga daño” Seguro que esta frase te suena. Se oye y se piensa mucho. Cuando quieres a tu caballo lo normal es que lo protejas y busques que no se haga daño nunca, eso es normal. Lo que debemos entender son dos cosas: lo primero es que es un caballo y lo segundo es que protegiéndole muchas veces le estamos haciendo más delicado.

Es un caballo

Esto parece evidente, pero a veces hay que recordarlo. Los caballos son animales y en la naturaleza viven sueltos en manada. De hecho, necesita movimiento el mayor tiempo posible para estar bien y necesita compañía de otros congéneres. Básicamente necesita que le dejemos ser caballo.

Aprender a estar suelto puede ser un proceso más o menos largo en función de cada caballo. En adultos que nunca nadie ha soltado este proceso es distinto al de un potro joven. Si quieres ponerte a ello puedes empezar con un ratito al día después de trabajar, para que tenga menos energía. Lo importante es empezar el proceso y continuarlo, poco a poco estará mejor. Lo que debes tener en mente es que es un caballo y que su estado natural es suelto.

Protegiéndole le hacemos más delicado

Si no dejas que el caballo aprenda y se sepa relacionar con el medio y con otros congéneres lo que estás haciendo es hacerle débil. Esto se da porque, por supuesto que si tu caballo nunca jamás ha estado suelto al principio puede estar desconcertado e incluso hacerse daño pero, lo primero, si se les deja sueltos desde potros esto no pasa y lo segundo puede aprender perfectamente a estar suelto.

Las situaciones en las que un caballo puede hacerse daño muchas veces son aquellas desconocidas para el (sin contar por supuesto que se pueda clavar un clavo que se le haya caído a alguien en el prado). Te voy a poner un ejemplo: un caballo que vive suelto cuando hay barro se puede caer, claro que sí, pero seguramente se caiga mucho menos y lo sepa gestionar mucho mejor si ya sabe lo que es el barro porque ha estado suelto y lo ha visto más veces.

Cuantas más situaciones presentemos al caballo y este normalice, menos situaciones le sorprenderán y menos situaciones no sabrá gestionar solo.

Conclusión

Cuidarles y quererles es muy importante, por supuesto, pero sobreprotegiéndoles no les estamos cuidando, al contrario. Ya hay muchos jinetes de todos los niveles que tienen esto muy presente y que tienen sus caballos sueltos y siendo caballos. Siempre hay que recordar que un caballo sano y mentalmente bien es un animal que va a estar mejor en general y que es menos probable que se lesione.