Muchas veces ponemos embocaduras más fuertes buscando un mayor control o para facilitar el manejo, pero lo primero que debemos preguntarnos es: ¿por qué no tenemos control? Está claro que hay caballos que son más o menos fuertes o más o menos nerviosos, pero hay ciertas cosas que debes saber.
Lo primero de todo
Lo primero que debemos hacer es descartar posibles causas. En ocasiones esta falta de control se produce porque el caballo no está cómodo, tiene algún dolor o problema y nos lo muestra con un comportamiento, llamémoslo difícil. Otras veces ocurre que le estamos dando una alimentación qué hace que tenga demasiada energía explosiva. Si tu caballo está fuerte una de las primeras cosas que debes mirar es lo que está comiendo.
Ni que decir tiene que es imprescindible las visitas de los dentistas para que la boca esté sana y no tenga patologías o problemas que puedan interferir con la monta de los caballos. Cuando hay tensión en la boca esta se puede reflejar en la articulación temporomandibular, cuello o incluso el dorso. Evaluar el por qué está ocurriendo esta tensión es imprescindible.
Muchas veces, poniendo un hierro más fuerte lo único que estamos haciendo es colocarnos una venda en los ojos qué nos impide ver que hay un problema. Seguramente el caballo deje de hacer eso que estaba haciendo y que tanto molestaba al jinete, pero esto no significa que hayamos solucionado el problema.
Embocadura
Hay muchos tipos de embocaduras. No quiero entrar a discusiones de ningún tipo. Hay que evaluar cada caso y poner a cada caballo lo más adecuado, siempre tratando que sea lo menos fuerte posible dentro de las características de cada binomio. Debemos intentar interferir lo menos posible con la boca de nuestro caballo, por lo que si el caballo va bien bitless (sin embocadura) ¿por qué le pones un filete? O si va bien con un filete ¿por qué le pones un Goyoaga? Muchas veces pensamos que no podemos poner algo más flojo y resulta que al hacerlo todo mejora porque disminuimos la tensión. Es clave probar, ver cómo le sienta a tu caballo y cómo lo notas tú.
Cuidado
Llegados a este punto cabe destacar la importancia de evitar modas y poner cosas en la boca solo porque el del box de al lado ha puesto lo mismo o porque lo has visto en redes sociales. Debemos preguntarnos siempre si es lo más adecuado para nuestro caballo y por qué lo estamos haciendo, si es porque realmente lo necesita y porque realmente él va así más cómodo y relajado o es solo porque se lo hemos visto a alguien.
La equitación es un deporte con mucho pasado e historia. Esto significa que hay escritos, materiales e información desde hace miles de años, pero no todo lo que se ha utilizado a lo largo de la historia es lo mejor ni lo más adecuado para nuestros caballos. Hoy en día hay mucha información, investigación y ciencia que nos permite saber y conocer qué es lo más adecuado en la mayoría de casos. Además, hay profesionales especializados que pueden ayudarte en este tipo de problemas. Consultar dudas cuando tengas cualquier cuestión o problema te puede ahorrar muchos dolores de cabeza.
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