Volver de vacaciones suele ser duro y volver a la rutina puede costar. Después de un merecido descanso y unas refrescantes vacaciones, llega el momento de retomar las rutinas (si, lo sé, a veces es muy duro salir de las vacaciones). Tanto para los jinetes como para los caballos, el retorno al entrenamiento requiere una planificación cuidadosa y un enfoque basado en el trabajo gradual. Si bien puede ser tentador saltar directamente al trabajo intenso, es crucial recordar que la salud y el bienestar de nuestros compañeros equinos dependen de una reintroducción correcta de la actividad física.

Evaluación del descanso

El punto de partida para planificar la vuelta al entrenamiento es evaluar el período de descanso que el caballo ha tenido. La duración de las vacaciones influirá en cómo debemos abordar el regreso a la actividad. Si el caballo ha tenido un descanso más largo, es posible que su nivel de condición física haya disminuido, lo que requiere una aproximación aún más cuidadosa para evitar lesiones.

Ve poco a poco

Un enfoque gradual es clave para evitar el estrés físico y mental en los caballos al retomar el entrenamiento después de las vacaciones. Aquí hay algunos pasos esenciales para garantizar una transición exitosa:

  • Evaluación: Antes de retomar cualquier actividad, es importante revisar cómo se encuentra tu caballo ¿ha adelgazado? ¿ha engordado? ¿ha perdido musculatura? Saber de la base de la que partes es imprescindible para saber cómo trabajar.
  • Adaptación: Incluso si tu caballo ha tenido un descanso relativamente corto, dale tiempo para adaptarse. Comienza con sesiones cortas y de baja intensidad. Esto permite que el caballo se acostumbre gradualmente a la actividad nuevamente.
  • Trabajo básico: Comienza con trabajo básico para evaluar la respuesta del caballo y su nivel de condición física. Es interesante normalmente empezar trabajando pie a tierra, sin el peso del jinete. Trabaja en círculos, cambios de ritmo y transiciones para reactivar la coordinación y la musculatura. Nunca se debe empezar directamente con trabajo específico de tu disciplina como saltos o ejercicios complejos de doma, por ejemplo.
  • Todo progresivo: Con el tiempo, puedes aumentar la duración y la intensidad de las sesiones de entrenamiento. Sin embargo, siempre escucha a tu caballo y sé consciente de cualquier signo de fatiga o incomodidad.
  • Variación de actividades: Introduce variedad en las sesiones de entrenamiento. Combina trabajo en la pista con paseos y trabajo a la cuerda con trabajo montado. Esto mantendrá al caballo sano tanto física como mentalmente.
  • Descanso: No porque acabe de descansar un periodo se el deben suprimir los descansos, es importante que el caballo pueda descansar adecuadamente para recuperarse de las sesiones de trabajo.
  • Vigila: Presta atención a las señales que tu caballo te está dando. Observa su comportamiento, apetito, nivel de energía, si se fatiga… Cualquier cambio puede indicar que estás yendo demasiado rápido o que algo no va bien.

Conclusión

La vuelta al entrenamiento ecuestre después de las vacaciones es un proceso que requiere paciencia, consideración y sensibilidad hacia las necesidades de nuestros caballos. Un vuelta gradual al trabajo es la clave para evitar lesiones y garantizar que nuestros compañeros equinos disfruten de una reintroducción suave y exitosa a la actividad física. Al escuchar a nuestros caballos y trabajar en colaboración con profesionales, podemos asegurarnos de que la transición sea segura, beneficiosa y gratificante para todos.

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